«Actualmente, la mayoría de las personas relacionan el terraplanismo como el más disparatado sinsentido y como una ‘herejía’ científica. Ser llamado terraplanista es el más extremo de los insultos ‘científicos’. Por más de un siglo, sin embargo, este mismo insulto ha sido lanzado contra un milenio de la historia de la Europa Occidental, considerado como el bastión del cristianismo terraplanista. El Cristianismo ha sido acusado de suprimir el conocimiento en esta ‘edad oscura’. Pero ¿hay algo de verdad en esta acusación?».