«Barbour expresa que, a grandes líneas, la ciencia y la religión pueden relacionarse a través de cuatro modelos: conflicto, independencia, diálogo e integración. Si bien estos modelos son ampliamente conocidos y no son imparciales en su contenido, tengo la firme convicción de que todavía pueden ser una herramienta útil para “aprender a pensar” sobre ciencia y religión. En tiempos donde la ciencia ha sido casi totalmente capturada por intereses puramente apologéticos, los clásicos modelos de Barbour nos brindan un cierto respiro para llevar la conversación a un nivel más profundo y menos belicista. Estas fuertes impresiones justifican en parte la iniciativa de esbozar este resumen, que partió como un ejercicio de entretenimiento para ordenar mis propias ideas al respecto pero que luego se transformó durante el proceso en algo un poco más elaborado».
Categoría: Ciencia y Fe
¿Qué tiene que ver el acelerador de hadrones con Pentecostés? | Leonel Contreras
«La manera característica de los pentecostales para concebir la acción divina genera problemáticas que son propias de un entendimiento del mundo como escindido de Dios. Desde una óptica pentecostal, el mundo siempre está animado por el Espíritu y preparado para una manifestación más intensa. Además, las acciones del Espíritu son entendidas en términos escatológicos y/o teleológicos como un adelanto de la venida del reino futuro de Cristo. A pesar de ello, estas interpretaciones operarían en un nivel distinto al de las explicaciones científicas, que no serían socavadas. En otras palabras, no habría una suerte de “solapamiento epistémico” entre las explicaciones naturalistas y el entendimiento pentecostal de la acción divina en el mundo natural».
Conexiones entre el teísmo clásico y los principios de la ciencia moderna. Una aproximación histórica | Bruno de Jesús Rahmer
«Una versión obstinadamente persistente y sostenida sin mucha oposición en los círculos académicos, concibe a la ciencia emergiendo por primera vez con los antiguos griegos, deslizándose hacia una involución lánguida durante el medioevo y renaciendo en el siglo XVII a causa del influjo de las ideas enciclopedistas. En esta versión caricaturesca del progreso científico, tal cisma se atribuye frecuentemente a las “veleidades religiosas y oscurantistas” del zeigeist pre-moderno. Así, la revolución científica del siglo XVII y la marcha triunfal de la ciencia, es una consecuencia del hecho de que las instituciones sociales de antaño, lograron librarse de los grilletes de un sistema religioso inquisitorial e ignominioso».
Distintas perspectivas sobre la edad de la tierra desde la Geología y el Génesis: ¿Contradicciones con nuestra fe? La mirada de un geólogo | Benjamín Araya
«Cada vez que nos enfrentamos a la pregunta “¿cuántos años tiene la tierra?” nos encontramos con la disyuntiva entre el relato cronológico textual bíblico y lo que nos dice la geología, generando un distanciamiento racional entre nuestra fe y las ciencias geológicas. Aunque no lo creamos, este distanciamiento comenzó en el siglo XVII. En la actualidad la compresión podría ser otra, pero el poco interés sobre el análisis de estos temas y el temor a buscar respuestas en el texto bíblico aún mantienen vigente este distanciamiento».
El mito moderno de la Tierra plana medieval: ¿Creían los cristianos de la Edad Media que la Tierra era plana? | Pablo de Felipe
«Actualmente, la mayoría de las personas relacionan el terraplanismo como el más disparatado sinsentido y como una ‘herejía’ científica. Ser llamado terraplanista es el más extremo de los insultos ‘científicos’. Por más de un siglo, sin embargo, este mismo insulto ha sido lanzado contra un milenio de la historia de la Europa Occidental, considerado como el bastión del cristianismo terraplanista. El Cristianismo ha sido acusado de suprimir el conocimiento en esta ‘edad oscura’. Pero ¿hay algo de verdad en esta acusación?».